Dulce despedida.


¿ Sabes que te vendría bien?
Un auto de juguete, 
ya que eres tan infantil
y
te gusta tener las cosas en tus manos
aprovecharte de eso
y jugar con ellas.

Pero mal por vos niño,
yo no soy un juguete
y hoy 
te muestro que tengo los cojones bien puestos
y te digo
¡adiós!

Fue lindo mientras duro
te quise como a nadie
y capas ese fue mi error.
Mostrarte mi amor sin medida
y que tu creas que 
me tenias rendida a tus pies.