Salgo del super, algo nerviosa porque me quedo poca plata; (no podía seguir comprando muchas cosas más que ya había planeado y además ¡LAS NECESITABA!) y voy hacia la farmacia, esos remedios para mi maldito dolor de cabeza que desde que me acosté la noche anterior hasta el día de hoy no paraba. Estoy llegando a la puerta de la farmacia, contando mi plata, viendo si me alcanzaría o no; pues sí termine viendo que tenia lo justo y necesario para el remedio. Voy a hacer la fila para comprarme el remedio y ... ¡noooooooo! veo en la vidriera del estante (donde estaban todas las pastillas, incluyendo la mía) y solo quedaba un remedio de eso; habiendo 13 personas delante mio no me creía con mucha suerte, pues sé que no soy la única que puede tener dolor de cabeza, pero también sabia que YO quería esas pastillas... "Las necesito decía dentro de mi".
La fila iba corriendo y la gente iba yéndose dejándome una gran alegría, no compraban las pastillas que tanto necesitaba. Bien, solo quedaba una ancianita enfrente mío comprando... ¿Saben que pide? Sí... ¡Las pastillas! Yo no lo podía creer, esperar mas de media hora para nada. Lo único que hice fue cederle mi lugar a un pequeño niño que se encontraba atrás mio y luego me fuí.
En el camino me decía, "este día es el peor", "todo me esta yendo mal", "una buena me tiene que salir", entre otras cosas... ¡ Por favor! una buena tenia que tener. Voy camino hacia casa y en el camino se me rompen las bolsas de las mercaderías (juro que se me pasaron todo tipo de palabras groseras por mi cabeza!!!) y ahí nomas mi cara quedo colorada, nose si de bronca o solamente porque me dio demasiada vergüenza que semejante papelón me hubiese pasado en medio de una calle tan transitada!.
Un señor, amigo de toda la vida (pues la amistad ya venia con mis padres cuando tan solo era una beba) sale de su casa ofreciéndome varias bolsas para cargar las mercaderías, me ayuda a alsar las mercaderías y me invita a pasar un rato a su jardín, que yo TANTO amaba. Entramos y nos pusimos a charlar.
Le conté que mi día era un desastre, le dije "Recién es mediodía y ya me esta yendo demasiado mal..." Le conté todo lo que me paso; él no hacia mas que reírse, entonces le dije:
- Don Fauti, (así lo llamaba con mucho cariño) ¿me esta tomando el pelo? ¿Acaso no ve todo lo que me pasó? ¡Es grave!
-Calla Lu -me contesto- no son más que pequeñas pavadas, TÚ eres quien las esta transformando en algo tan grande y MUY grave.
-Pero...
-No hay peros Lu -me interrumpe Don Fauti- es totalmente como te digo, TÚ lo estas empeorando, creo que es por la edad que tienes, yo a los 18 también hacia de un charco un lago pero capas que ni era un charco, podría ser solamente una gota y yo lo empeoraba.
-¿Qué?, ¿Cómo? No entiendo a que quiere llegar Don Fauti.
-Que como TÚ tienes metido en tu pequeñita cabeza que todo te esta yendo mal, todo te va a ir mal. Y para empeorar eres una adolescente que recién empieza su vida adulta y tienes esos pensamientos de querer hacerlo todo mas grande.
- Mm, voy entendiendo, siga -le pedí
-Bueno mi querida Lu, lo único que tienes que hacer cuando tienes días como este es solamente saber llevarlos, no estés enojada, no te pongas más histérica de lo que ya estás, tómalo como solamente un dia nublado al cual los vientos lo van a cambiar cuando sus fuertes ráfagas corran esas nubes grises. Todo depende de ti.
El señor Fauti era como mi abuelo, el abuelo que nunca tuve; cada palabra como estás que me dijo yo aprendí a valorarlas todas! Asi que me pare y le dije "muchas gracias Don Fauti, sus palabras me sirven mucho". El separó y con una gran sonrisa me dijo:
"Todos tenemos nuestros días malos pero depende
de nosotros transformarlos en días LINDOS.
Por eso cuando tengas un día de estos solo haz caso a esta frase
que te voy a decir -A mal tiempo buena cara.-
Fíjate como todo va a cambiar " "
Gracias por visitarme :) Te sigo!
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